Los PAtios de Palma
Los patios de las casas señoriales de Palma constituyen el elemento
más emblemático de la arquitectura civil de la ciudad, junto a
edificios tan destacados como la Llotja, el palacio de la Almudaina
y el palacio Episcopal. El escritor Miquel dels Sants Oliver nos
introduce literariamente estos espacios ciudadanos: "con sus
soberbias entradas sombrías, con sus brocales y sus hierros artísticos,
con sus pasamanos como randas de piedras, con sus columnas
ventradas y sus galerías italianescas y las puertas esculturadas
de los despachos...".
La evocación de las calles y de las casas de la vieja Ciutat de Mallorca
es un tema recurrente en los escritos de los literatos que nos han visitado:
"La ciudad de Palma es una vetusta ciudad; hay en ella callejuelas
retorcidas, llenas de silencio profundo, y caserones venerables, con
patios centrales vastos, que huelen a humedad, en que no se oye
nada ni se ve a nadie y en que un farolón viejo de vidrios blancos
pende del techo. Recorremos algunas callejuelas y entramos en algunos
zaguanes; se respira en esta Palma venerable un sosiego, una
calma sedante, una paz que en un punto apacigua nuestros enardecidos
nervios de cortesanos". Así plasmaba el escritor Azorín su
impresión de Palma en agosto del año 1906.
Josep Pla, en el año1921, retomó el tema de la crónica sentida del
latido urbano: "Divagando por los alrededores del Born me topo con
tres o cuatro grandes palacios, de gran estampa, de un ruralismo sólido,
señorial. Los patios son memorables. Las casas son señoriales porque
los signos de riqueza son discretos, muy poco visibles, desprovistos
de petulancia".
Escritores y cronistas coinciden en remarcar que la arquitectura de
Palma tiene en estas casas urbanas uno de los referentes más importantes.
Y ello, sin duda, porque el elemento arquitectónico más significativo
de las casas son sus patios; esta cualidad estructural y estilística
era combinada con una función social vivida, de puertas abiertas.
Todo ello hace que los patios de Palma hayan ganado los calificativos
atribuidos por los literatos: espacios soberbios y memorables.
Fuente : a-palma.com
más emblemático de la arquitectura civil de la ciudad, junto a
edificios tan destacados como la Llotja, el palacio de la Almudaina
y el palacio Episcopal. El escritor Miquel dels Sants Oliver nos
introduce literariamente estos espacios ciudadanos: "con sus
soberbias entradas sombrías, con sus brocales y sus hierros artísticos,
con sus pasamanos como randas de piedras, con sus columnas
ventradas y sus galerías italianescas y las puertas esculturadas
de los despachos...".
La evocación de las calles y de las casas de la vieja Ciutat de Mallorca
es un tema recurrente en los escritos de los literatos que nos han visitado:
"La ciudad de Palma es una vetusta ciudad; hay en ella callejuelas
retorcidas, llenas de silencio profundo, y caserones venerables, con
patios centrales vastos, que huelen a humedad, en que no se oye
nada ni se ve a nadie y en que un farolón viejo de vidrios blancos
pende del techo. Recorremos algunas callejuelas y entramos en algunos
zaguanes; se respira en esta Palma venerable un sosiego, una
calma sedante, una paz que en un punto apacigua nuestros enardecidos
nervios de cortesanos". Así plasmaba el escritor Azorín su
impresión de Palma en agosto del año 1906.
Josep Pla, en el año1921, retomó el tema de la crónica sentida del
latido urbano: "Divagando por los alrededores del Born me topo con
tres o cuatro grandes palacios, de gran estampa, de un ruralismo sólido,
señorial. Los patios son memorables. Las casas son señoriales porque
los signos de riqueza son discretos, muy poco visibles, desprovistos
de petulancia".
Escritores y cronistas coinciden en remarcar que la arquitectura de
Palma tiene en estas casas urbanas uno de los referentes más importantes.
Y ello, sin duda, porque el elemento arquitectónico más significativo
de las casas son sus patios; esta cualidad estructural y estilística
era combinada con una función social vivida, de puertas abiertas.
Todo ello hace que los patios de Palma hayan ganado los calificativos
atribuidos por los literatos: espacios soberbios y memorables.
Fuente : a-palma.com
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